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BANDELIER EN SILLUSTANI
En Junio de 1895 Adolph Bandelier y su esposa llegaron a la hacienda Umayo en el lago del mismo nombre para estudiar las famosas chullpas de Sillustani. Venían de la isla del Sol escapando con protección policial de la rebelión aymara que se extendía en la frontera peruano boliviana. La intención del gobierno de Bolivia de imponer la propiedad individual en los ayllus había provocado la protesta y había riesgo de que llegara a la isla del Sol donde hacía sus investigaciones.
Sobre Sillustani Bandelier escribió un artículo largo proponiendo que su nombre derivaba de la palabra aymara "Sillus" o Nariz. También recogió las versiones que señalaban que "Chullpa", otra palabra aymara, significaba cesto de paja o ichu, aludiendo al envoltorio de los cuerpos humanos y objetos encerrados en las chullpas. Sin embargo cuestionó que éstas sean tumbas, pues le parecían muy pequeñas las entradas laterales y superiores para colocar cuerpos humanos.
Su exploración en Sillustani contabilizó noventa y cinco edificaciones, más de ochenta de las cuales eran circulares y ubicadas en su mayoría al borde de la meseta, mientras que las estructuras rectangulares se encontraban en su mayoría más lejos. También encontró que a pesar de ser una zona de tormentas eléctricas, la ubicación de Sillustani protegía a las chullpas de los los rayos.
En las fotos que presentamos se puede ver a Bandelier y en algunos casos también a su esposa, acompañados por miembros de la policía de entonces. Las fotos parecen ser de mejor factura que las que él tomó en la isla del sol y serían, según lo dice el mismo, de un fotógrafo itinerante presente en Puno por entonces.
En su libro sobre la Isla del Sol Bandelier hace algunas referencias interesantes sobre Puno en base a textos conocidos en la época, como el del Obispo de Charcas señalando que Puno existía antes de 1548 y la crónica de Gutierrez de Santa Clara sobre que el pueblo de Puno existía antes de 1546. De este cronista toma también la versión de la leyenda de Manco Capac y Mama Ocllo en la cual, tras salir de la isla Titicaca, fundaron un pueblo en Atuncolla.
Luego de su visita a Sillustani y recuperada la seguridad en la isla del Sol, Bandelier y su esposa retornaron a ésta y a Copacabana para seguir sus investigaciones.
Fuente: The Aboriginal Ruins at Sillustani, Peru. Adolph F. Bandelier. American Anthropologist , Ene-Mar., 1905, New Series, Vol. 7, No. 1, pp. 49-6.
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